Adiós a la lonja de Santander

Publica hoy El Diario Montañés un encolerizado artículo de Alberto Pico sobre el que parece inevitable derribo de la lonja del Barrio Pesquero de Santander. Alberto es una institución, no sólo en le Barrio Pesquero, de cuya iglesia de El Carmen es párroco, sino en toda Cantabria.
Hace unas semanas, El País Semanal lo retrataba, precisamente frente a su queridísima lonja.

(Foto publicada en El País Semanal, 18 de diciembre de 2005)

Es terrible que, frente a la opinión pública y a criterios culturales, históricos y estéticos, se derribe un símbolo que estaba llamado a ser el emblema de la regeneración de un barrio deprimido. Una vez más la especulación urbanística y la pleitesía al automóvil acabarán con algo que es mucho más que un edificio en desuso. Los dos artículos de Alberto explican una fracción de lo que encierran las paredes de la vieja lonja.