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miércoles, julio 20, 2005

FUEGO

Un verano más nuestro campo se consume en múltiples incendios. Esta vez ha tocado un gran incendio, en Guadalajara, y con una escalofriante lista de víctimas mortales. Una vez más, la negligencia personal y la incompetencia de las Administraciones se han aliado con el clima de este verano inclemente para provocar una tragedia.

Podríamos decir que ningún Gobierno se ha ocupado de los incendios forestales como es debido, a la vista de los resultados, pero lo cierto es que causas de fuerza mayor hacen de éste un problema difícil de tratar. Recordemos que es un problema que año tras año afecta a otros países, quizás más avanzados que España (Australia y Estados Unidos, por citar un par de ellos).
El clima se vuelve cada año más hostil, con temperaturas más extremas y menores precipitaciones. Sin duda, veremos cambiar el clima terráqueo antes de lo que naturalmente tendría que haber ocurrido, y seguramente lo padeceremos, porque no creo que el cambio sea para mejor.
Por otro lado, la lucha contra el fuego, por mucho que digan nuestros políticos, no es de primera prioridad, como no lo es ninguna otra batalla medioambiental. Hablo de batallas porque hay que plantearse la defensa medioambiental como una auténtica lucha por la supervivencia. Por cierto, el enemigo somos nosotros mismos.
Por último, siguiendo la escala hacia las fuerzas menores, estamos los ciudadanos. Es clima es (casi) incontrolable, los políticos también (o eso parece) pero al menos somos dueños de nuestros propios actos. Pero seguimos ensuciando, contaminando, actuando sobre la Naturaleza sin mirar más allá de nuestras narices.

El incendio de Guadalajara es uno más, sólo que más grande, sólo que más cruento, pero es uno más de una larga lista, que añade nuevas líneas cada día. Líneas de hectáreas destruidas y de vidas quemadas. Joder, dan ganas de llorar.

Como última observación, no sé si el actual Gobierno pasará a la historia por haber emprendido una verdadera "cruzada" contra los incendios forestales. En poco más de un año ya ha tenido su primera gran catástrofe medioambiental. Lo único positivo es que parece que no se esconde, aunque me gustaría ver a Rodríguez Zapatero tan en primera línea como con otros asuntos. Eso si, espero no tener que escuchar a ningún alto cargo hablar de los "esplendorosos" pinares de Guadalajara.