HURACÁN
Uffff, cómo pasa el tiempo. La vorágine veraniega me alejó del blog, y no precisamente por haber estado de vacaciones.
Verano bonito, por el nacimiento de mi segunda hija.
Verano duro, por la sequía y los incendios. ¿Cómo es que las autoridades siguen empeñadas en combatirlos, en vez de en evitarlos? Sobre esto hablaremos otro día...
Hoy sólo algunas reflexiones sobre el huracán Katryne.
Parecía que sería uno más en la serie que todos los años azota el Caribe y aledaños, pero ha provocado una catástrofe humanitaria cuyas dimensiones aún no están muy claras. En cualquier caso, comparable al tsunami de hace ocho meses en el Índico.
Resulta asombroso ver cómo el país más poderoso del mundo ha sido incapaz de evitar una catástrofe así. Un huracán no es evitable pero los indicios parecen mostrarnos que ha faltado previsión, mucha previsión, para que una zona de tan alto riesco estuviese adecuadamente protegida, con criterios urbanísticos y arquitectónicos acordes con la amenaza de huracanes (igual que en Japón con los terremotos).
¿Ha habido un serio error de cálculo sobre las consecuencias del huracán, o la población hizo caso omiso de las advertencias para evacuar la zona?
Una vez más Estados Unidos demuestra su incapacidad para "tener la casa en orden": resulta más sencillo atacar una ciudad iraquí a miles de kilómetros de Washintong que proteger y asistir a la población de una gran ciudad estadounidense. No es un problema de falta de recursos, sino de mal uso de ellos.
Por último, resulta escalofriante ver que una sociedad aparentemente avanzada ha degenerado inmediatamente en una selva inhumana. Las situaciones críticas pueden forzarnos a ser más individualistas y mirar sólo por nuestra propia seguridad. No sólo parece faltar la solidaridad y apoyo mutuo que requiere la situación, sino que proliferan quienes intentan sacar provecho y, lejor de ayudar a quienes lo necesitan, roban, matan y violan. Algo falla en la mentalidad del ciudadano estadounidense medio (esto ya lo sabíamos, o no hay quien se explique fenómenos como George W. Bush).
Mientras tanto, seguiremos viendo cómo evoluciona esto, con la ayuda internacional lentamente poniéndose en marcha y cada vez más ingredientes para una crisis económica a nivel mundial. Bonito comienzo de curso.
Uffff, cómo pasa el tiempo. La vorágine veraniega me alejó del blog, y no precisamente por haber estado de vacaciones.
Verano bonito, por el nacimiento de mi segunda hija.
Verano duro, por la sequía y los incendios. ¿Cómo es que las autoridades siguen empeñadas en combatirlos, en vez de en evitarlos? Sobre esto hablaremos otro día...
Hoy sólo algunas reflexiones sobre el huracán Katryne.
Parecía que sería uno más en la serie que todos los años azota el Caribe y aledaños, pero ha provocado una catástrofe humanitaria cuyas dimensiones aún no están muy claras. En cualquier caso, comparable al tsunami de hace ocho meses en el Índico.
Resulta asombroso ver cómo el país más poderoso del mundo ha sido incapaz de evitar una catástrofe así. Un huracán no es evitable pero los indicios parecen mostrarnos que ha faltado previsión, mucha previsión, para que una zona de tan alto riesco estuviese adecuadamente protegida, con criterios urbanísticos y arquitectónicos acordes con la amenaza de huracanes (igual que en Japón con los terremotos).
¿Ha habido un serio error de cálculo sobre las consecuencias del huracán, o la población hizo caso omiso de las advertencias para evacuar la zona?
Una vez más Estados Unidos demuestra su incapacidad para "tener la casa en orden": resulta más sencillo atacar una ciudad iraquí a miles de kilómetros de Washintong que proteger y asistir a la población de una gran ciudad estadounidense. No es un problema de falta de recursos, sino de mal uso de ellos.
Por último, resulta escalofriante ver que una sociedad aparentemente avanzada ha degenerado inmediatamente en una selva inhumana. Las situaciones críticas pueden forzarnos a ser más individualistas y mirar sólo por nuestra propia seguridad. No sólo parece faltar la solidaridad y apoyo mutuo que requiere la situación, sino que proliferan quienes intentan sacar provecho y, lejor de ayudar a quienes lo necesitan, roban, matan y violan. Algo falla en la mentalidad del ciudadano estadounidense medio (esto ya lo sabíamos, o no hay quien se explique fenómenos como George W. Bush).
Mientras tanto, seguiremos viendo cómo evoluciona esto, con la ayuda internacional lentamente poniéndose en marcha y cada vez más ingredientes para una crisis económica a nivel mundial. Bonito comienzo de curso.
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