POR FIN, ¿UN ESTATUTO PARA LOS AUTÓNOMOS?
Manuel Pimentel, aquel ministro de tan grato recuerdo, comenta en su blog (en el cada vez menos legible Periodista Digital) sobre el anteproyecto de ley que ha presentado el Gobierno para el futuro estatuto de los autónomos. Muy claro y fácil de entender, destaca las luces y sombras del proyecto.
Da argumentos muy razonables para pensar que el estatuto saldrá adelante pero que sólo contribuirá a enmarañar el mercado laboral español. Al tratar de equiparar a muchos autónomos con trabajadores con contrato laboral (algo muy frecuente) van a saltar chispas con la patronal y me imagino que veremos ejercicios de ingeniería contractual para cubrir las espaldas del empresario. Como siempre, será el currito quien pague. Como parte favorable parece que obtendremos una mejor protección social, algo que ya nos merecemos quienes contribuimos a casi la quinta parte del P.I.B. español.
Digo contribuimos porque estoy incluido desde hace muchos años en este colectivo (somos tres millones y medio de españoles) a medio camino entre el trabajador y el empresario. He tenido períodos de autónomo auténtico y períodos de autónomo de mentira (con casi exclusividad para una sola empresa). Actualmente soy autónomo de verdad, con mi cartera de clientes propios y verdadera autonomía profesional.
Vista la situación del mercado laboral español, cada vez me parece una mejor opción cuando las prioridades son tener vida familiar (la famosa conciliación) y desarrollar una carrera profesional a mi manera. Las cruces de la moneda son muchas (y no estoy por la labor de desarrollarlas ahora) pero también los son las caras. Entre ser cola de león y cabeza de ratón yo me quedé en ... ratón, de la cabeza a la cola. Si todo marcha bien, espero pasar a cabeza de ratón (es decir, hacerme un upsizing a empresario) en los próximos meses. Desde el punto de vista administrativo seguiré siendo un autónomo, tal y como exige la legislación, pero profesional y comercialmente hablando es un cambio importante. Lo contaremos...
Da argumentos muy razonables para pensar que el estatuto saldrá adelante pero que sólo contribuirá a enmarañar el mercado laboral español. Al tratar de equiparar a muchos autónomos con trabajadores con contrato laboral (algo muy frecuente) van a saltar chispas con la patronal y me imagino que veremos ejercicios de ingeniería contractual para cubrir las espaldas del empresario. Como siempre, será el currito quien pague. Como parte favorable parece que obtendremos una mejor protección social, algo que ya nos merecemos quienes contribuimos a casi la quinta parte del P.I.B. español.
Digo contribuimos porque estoy incluido desde hace muchos años en este colectivo (somos tres millones y medio de españoles) a medio camino entre el trabajador y el empresario. He tenido períodos de autónomo auténtico y períodos de autónomo de mentira (con casi exclusividad para una sola empresa). Actualmente soy autónomo de verdad, con mi cartera de clientes propios y verdadera autonomía profesional.
Vista la situación del mercado laboral español, cada vez me parece una mejor opción cuando las prioridades son tener vida familiar (la famosa conciliación) y desarrollar una carrera profesional a mi manera. Las cruces de la moneda son muchas (y no estoy por la labor de desarrollarlas ahora) pero también los son las caras. Entre ser cola de león y cabeza de ratón yo me quedé en ... ratón, de la cabeza a la cola. Si todo marcha bien, espero pasar a cabeza de ratón (es decir, hacerme un upsizing a empresario) en los próximos meses. Desde el punto de vista administrativo seguiré siendo un autónomo, tal y como exige la legislación, pero profesional y comercialmente hablando es un cambio importante. Lo contaremos...
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