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lunes, octubre 04, 2004

LAS BICICLETAS SON PARA TODO EL AÑO

Óscar Freire ha ganado un nuevo Mundial de Ciclismo para España, entrando en el selecto club de los tricampeones mundiales de este deporte. El año próximo el Mundial de Ciclismo se celebrará en Madrid, donde la casualidad quiso que ayer se celebrase la Fiesta de la Bicicleta. Madrid se postula como candidata para celebrar los Juegos Olímpicos en 2012 y la bicicleta sería el vehículo ideal para llegar destacados a la meta olímpica... si el Ayuntamiento la tomara en serio, claro.

Muchos pensamos que no debería existir un Día de la Bicicleta, ni del Medio Ambiente, ni del Alzheimer, ni del Orgullo Gay, por citar sólo algunos ejemplos. Quizás preferiríamos que existiese un Día del Fútbol, un Día Mundial de las Empresas Contaminantes, un Día de la Comida Rápida o un Día del Macho Ibérico. Cuando a algo o a alguien se le dedica un día del año es porque el resto de los días permanece olvidado y marginado. Y así es con la bicicleta en la ciudad de Madrid.

La Fiesta de la Bicicleta debería ser una celebración del vehículo más sencillo que ha inventado el hombre. Pero poca gente acude a la Fiesta de la Bicicleta en bicicleta, así que el resultado son miles de coches mal aparcados en torno al parque más importante de Madrid. Poca gente tiene el hábito de usar la bici así que muchos ciclistas invaden las aceras, territorio natural del peatón, o ignoran las normas de tráfico saltándose semáforos o circulando indebidamente.

Nuestra ciudad sigue siendo un territorio muy hostil a los ciclistas. Sólo unos pocos se aventuran por una jungla de asfalto donde las infracciones y los malos modos son el lenguaje mayoritario. Los escasos carriles bici de Madrid son tramos aislados, desvirtuando así su capacidad como vía válida de transporte. Ya los romanos sabían el valor de una red de comunicación, y por eso diseñaron un entramado de calzadas que permitían atravesar la Península Ibérica sobre vías pavimentadas.

Madrid requiere que la bicicleta se integre como uno más en los medios públicos de transporte. Los carriles-bici deberían ser parte de cualquier trazado callejero, junto a calzadas y aceras, y pueden ser un elemento esencial en la peatonalización del centro de Madrid, largamente reclamada y a cuyo alumbramiento asistimos en estos días. Los intercambiadores de transporte deben contemplar la posibilidad de guardar bicicletas, y trenes y autobuses han de habilitarse para cargarlas.

La bicicleta es también un vehículo saludable que ayudará a mover una sociedad demasiado sedentaria. La bicicleta es también el primer vehículo de cualquier futuro conductor, escuela inmejorable para aprender los principios de la circulación respetuosa. La bicicleta debe ser un importante ingrediente para un urbanismo moderno, limpio y amable.