UN BARÓN, UNA BARONESA, Y LOS ÁRBOLES

Juass, ha querido la casualidad que una relectura que tenía pendiente hace muchos años, El Barón Rampante, de Italo Calvino, haya coincidido con la Baronesa Thyssen defendiendo a los árboles del Paseo del Prado.

Vaya por adelantado mi apoyo a la misma causa que la Baronesa, aunque no es de éso de lo que quiero hablar. Quiero hablar del libro, una lectura que recomiendo a todo el que se cruza conmigo. Es la historia de un joven barón, Cosimo Piovasco, que a la tierna edad de 12 años se sube a los árboles, para no bajar nunca más. Considero esta preciosa novela un alegato a la libertad, al individualismo y a la perseverancia, pero también un canto de amor a los árboles. No pierda la ocasión de leerla.

Ya hay quien ha llamado rampante a la Baronesa, por el evidente paralelismo con el Barón de Calvino, pero no olvidemos que rampante significa ascendente, y ella sólo amenaza con encadenarse a los árboles. Soy pesimista al respecto y me temo que veremos el Prado convertido en una autovía urbana.